miércoles, 29 de abril de 2020

Trabajar la atención en casa


 Consejos prácticos para trabajar la atención en casa



Una de las claves para el aprendizaje de los más pequeños es la capacidad de atención y concentración. Sin embargo, cada vez más, nos encontramos con niños a los que les cuesta centrarse. La multiplicidad de estímulos, el elevado número de demandas e informaciones nuevas que les inundan cada día puede llevarles a una dispersión atencional que suponga una disminución de su concentración e incluso a desarrollar síntomas de estrés. Así, en numerosas ocasiones, aprender a mantener la atención y la concentración en casa, puede suponer todo un reto para los más pequeños.

Un reto lleno de desafíos, puesto que las nuevas tecnologías les sugieren un mundo de pantallas lleno de estímulos cambiantes, atractivos y muy reforzadores por lo que, cada vez, centrarse en un estímulo neutro o aburrido para ellos, se hace más difícil. Sin embargo, sabemos de la importancia de atender y concentrarse, y de aprender a entrenarlas.

De hecho, es a través de la atención como la mente del niño se dispone a seleccionar un estímulo determinado de entre todos los que hay a su alrededor, y centrarse en él para ignorar el resto. A partir de entonces, puede elegir sostenerla durante un tiempo en este mismo punto. Este segundo proceso sería la concentración, una de las habilidades fundamentales en el proceso de aprendizaje del niño, puesto que le permite sostener el foco de la atención el tiempo suficiente como para adquirir conocimientos.

  
Herramientas y consejos prácticos para mejorar la atención y la concentración

1. Es importante evitar las distracciones y mantener el espacio limpio y ordenado. Para ello, en la habitación de estudio han de haber los menos distractores posibles. Evitar los videojuegos, móviles, etc. Cuidar estos tres factores, le ayudarán a redirigir su atención hacia lo importante en ese momento.

2. No realizar periodos de tiempo excesivamente largos en las tareas que requieran de la atención y la concentración del niño. Sabemos que esto es perjudicial puesto que la atención empieza a decaer alrededor de los 50 minutos o menos (según la edad del niño). Así, puede realizar cambios en la tarea que le ayuden a reiniciar la atención o hacer una pequeña pausa para respirar en silencio.

3. Orden en el tiempo y en la actividad. En la medida en la que el niño tenga marcado un tiempo para cada actividad, le ayudará a estar plenamente en esa tarea. Es bueno establecer este hábito y respetarlo para no aglutinar tareas ni para disuadir algunas de ellas. A cada tiempo, una tarea. Este hábito saludable creará rutinas mentales de atención y concentración.

4. Buen descanso. Es importante descansar y dormir bien para poder rendir mejor durante las actividades del día. Así, conviene realizar las tareas más difíciles o las que mayor atención requieran cuando esté más descansado, puesto que el cansancio no es un buen aliado para una atención saludable.

5. Calmar la mente, ejercicios mindfulness. Realizar prácticas de mindfulness en casa, sirve para aumentar la atención y la concentración. Para disminuir los niveles de estrés y estar plenamente ocupado en la tarea presente.